El Cuestionar como un Camino a la Autenticidad
Cuestionar nuestros patrones de crianza, no es fácil. Ni los que recibimos en nuestra niñez, ni los que en la actualidad entregamos a nuestros hijos, finalmente en muchos casos, hablamos de lo mismo.
Y no es fácil porque la palabra “cuestionar” está dotada de un significado negativo. Y si precisamos: el cuestionar los patrones de crianza que nos fueron impuestos hablamos de un tabú. Cuestionar la labor de nuestros padres no lo tenemos permitido, sin embargo en muchas casos es necesario para llegar a establecer nuestros propios patrones de crianza con nuestros hijos.
El Cuestionar nos incomoda, ya que no estamos habituados al auto-análisis, a la autocrítica, al observarnos, al sentirnos. Vamos en una carrera en la vida con prisas, sin pausas, perdiendo autenticidad. Y en este andar, llevamos a nuestros hijos, sin detenernos para mirarlos con amor y a la vez, con conciencia y objetividad para saber quienes son en realidad y qué es lo que requieren para sentirse bien.
Cuestionar para Aceptarnos
Nuestros hijos requieren amor y aceptación para ser desde su verdadero Ser y nosotras necesitamos conocernos y transparentarnos, para poder acompañarlos en todo el proceso que significa su crecimiento y descubrimiento interior. A pesar de saberlo o por lo menos intuirlo, no nos lo permitimos. Puede ser más cómodo seguir y seguir andando, repitiendo y seguir avanzando que comprometernos a descubrirnos. Y reencontrarnos con nuestra autenticidad. Con nuestro legítimo Ser.
Preguntas Incómodas es un espacio para el Cuestionar, para el observar y el sentir. En consecuencia para el aceptarnos y aceptar a nuestros hijos. Desde este punto empezamos y creamos nuestros verdaderos patrones de crianza. Los adecuados para nuestra familia. Conozcámonos, aceptémonos y valorémonos. Ser autenticas es nuestro verdadero compromiso. La Autenticidad nos dará lo imprescindible para tener la fortaleza de romper patrones y crear nuevos que sean acordes a las fieles necesidades de nuestros hijos.