Nuestras Vivencias Familiares son Maravillosas Oportunidades de Conexión Emocional

                                    <img width="768" height="576" src="https://lamejormadre.com/wp-content/uploads/2019/05/vivencias-familiares-hermanos-negro-768x576.jpg" alt="vivencias familiares hermanos blanco negro" srcset="https://lamejormadre.com/wp-content/uploads/2019/05/vivencias-familiares-hermanos-negro-768x576.jpg 768w, https://lamejormadre.com/wp-content/uploads/2019/05/vivencias-familiares-hermanos-negro-300x225.jpg 300w, https://lamejormadre.com/wp-content/uploads/2019/05/vivencias-familiares-hermanos-negro-510x382.jpg 510w, https://lamejormadre.com/wp-content/uploads/2019/05/vivencias-familiares-hermanos-negro.jpg 960w" sizes="(max-width: 768px) 100vw, 768px" />                                         
    La observación objetiva de nuestras <em>Vivencias Familiares</em> es una excelente aliada, sobretodo cuando decidimos relacionarnos desde las emociones con nuestros hijos. Y en este caso, me refiero a las emociones como expresiones del verdadero Ser, las cuales como madres necesitamos escuchar y sentir para poder tener una vinculación asertiva con nuestros hijos.

Muchas veces nuestras Vivencias Familiares están basadas en el Hacer y no en el Ser. Es decir nos centramos en todo lo que nuestros hijos deben hacer  y no en lo que requieren Ser.

Nuestras Vivencias Familiares nos conectan desde el Ser

Estoy segura que somos muy competentes como madres del hacer sin embargo en base a mi experiencia y a las historias de otras madres que conozco muy de cerca, me atrevo a decir que nos faltan dos requisitos indispensables para ser competentes como madres del Ser.

El primer requisito es ser capaces de conocernos. Si no somos lo suficientemente valientes para conocernos y diferenciarnos de nuestras generaciones anteriores va ser muy difícil lograr conectarnos con nuestros hijos desde su Ser. En el artículo Nuestros Hijos van a transformar el Mundo hago una reflexión sobre mi experiencia con respecto al propio conocimiento, al descubrimiento personal.

El segundo es tener la capacidad de escuchar y sentir a nuestros hijos con sus verdaderas necesidades. Aquí también nos encontramos con una gigantesca pared que nos obstaculiza una sana vinculación familiar y que es sumamente difícil visualizarla y más aún derrumbarla. 

En Por qué nos cuesta tanto dar voz a los niños, texto de Yvonne Laborda podremos profundizar sobre lo importante que es sentir a nuestros hijos desde sus verdaderas necesidades.  

Les propongo detenernos y reflexionar sobre nuestras Vivencias Familiares para ser competentes al momento de criar.  Observarnos es un beneficioso ejercicio cuando requerimos una mirada objetiva de nuestras acciones. Esta objetividad es necesaria para hacer cambios eficaces en la crianza de nuestros amados hijos a pesar de su importancia esto no es fácil, muchas veces, requerimos una mirada externa.

En este sentido “Vivencias Familiares” nos dará el espacio perfecto para el intercambio y reflexión de experiencias. Esta interrelación de vivencias está basada en el respeto, la tolerancia y la confianza que nos dará el sustento para compartir.

Descubramos juntas el camino hacia la Armonía Familiar de forma libre, espontánea y cotidiana. Nuestros hijos lo necesitan. Demos lo mejor de nosotras siempre.

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